Tenemos un sistema judicial que lamentablemente no funciona como es debido. No hacer nada nos hace complices de esa situación.
Los fiscales son verdaderos pajaritos.
Los defensores públicos son unas verdaderas maquinas para dejar libres imputados.
Los jueces de garantía imparten justicia de acuerdo a su estado de ánimo y están más preocupados de que no halla mucha gente hacinada en las cárceles que de impartir justicia verdaderamente.
Para mayor información, entrar a:
www.victimas.cl