Así que media vuelta se dio mi amigo y partimos rumbo al sector donde estaban apostados el veterinario y sus “cachorritas”, perdón asistentes. Tuvimos que hacer la fila al igual que todo el respetable que se apostaba ahí y que no era poco. No había que pagar en dinero por la consulta y desparasitada, pero la espera seria una buena forma de pago. En eso estábamos cuando repentinamente, inesperadamente, súbitamente e imprevisiblemente aparece otro amigo. Si, pero un amigo en su camino, el chico de verde, la tortuga ninja, el mítico y nunca bien ponderado Paco. El “comparito” andaba haciendo su pega como es debido y pidiendo carneces y/o/u ”decumentos” porque no se podía hacer este tipo de operativos en la via publica sin autorizacion expresa de las autoridades sanitarias, en eso estaba cuando la gente empezó a gritonearle y chiflarle pa´ que se dejara de molestar e interrumpir el operativo –cada minuto que pasaba el paco ahí, era un minuto mas que se demoraban los veterinarios y la larga cadena de mascotitas-. Aquí fue cuando el paco se da cuenta que esta “meando” fuera del tiesto y en el momento en que se aprestaba a retirar, de entre la fila aparece un gato, si un gato, pero no cualquier gato, era un gato endemoniado. Venia arrancando de los perros que se lo querían “chiflar”, venia echo las velas cuando se le lanza al “pacocu” sobre su cara y empieza a arañarlo en contra de su voluntad, el gato no hacia caso a las advertencias que el amigo en su camino le gritaba. Cuando el gato lo araño y lo meo bien meado se tranquilizo. El pobre paco termino con unos cortes mas que profundos, pero por hueon. Por meterse en el lugar de las mascotas.
El operativo siguió después del incidente, pero ya no sería igual, la estela aromática y putrefacta que dejo a su paso el gato endemoniado cubrió todo el sector y por una extraña razón la concurrencia empezó a retirarse......
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