Estábamos en el área administrativa de Inacap, esperando hablar con un personaje que llamaremos “Tatan”. En el lugar en que nos encontrábamos -frente a la biblioteca- se hallan los clásicos cubículos donde -obvio- trabajan los administrativos; resulta que ahí estábamos nosotros dándole la espalda a una de las paredes cuando empezamos a conversar de lo humano, lo divino y lo profano. Claro que nos quedamos conversando mayormente de lo profano, para no decir pelando que suena muy feo. Y es en ese momento que hace su incorporación al baile el mítico: “Si la cago me avisan” y que esta vez bautizaremos como: “Quien habla a mis espaldas, mi culo contempla.”

Ustedes entienden que cuando uno se junta con amigos surgen no se si inmediatamente –depende del grado de weonaje que exista en la mente- esas clásicas conversaciones o pelambres sobre alguna minita que nos quita el sueño, alguna talla o anécdota, en fin, la conversación no se caracteriza por su profundidad, es la antitesis de la intelectualidad, digna de un premio a lo light.

Lo que nos congrego ahí, da lo mismo, pero lo que conversamos dio pábulo para el 2° “Si la cago me avisan”. Y dice así:

Nuestra conversación estaba girando en torno a las “minas” de la carrera –que dicho sea de paso hay muy, pero muy pocas- y sobre una niña en particular que para proteger la identidad de los inocentes llamaremos “Albúmi”; esta señorita entre sus características es ser un poquito “federica” -hay algo de malo en ser “federica”?- Nada, en lo absoluto. El problema se presenta cuando aparte de ser feas, se creen ricas –esa wea yo no la soporto y menos aun la tolero- (weona fea que se crea rica, es digna de una pata en la raja. Si eres fea se digna por favor y no te las des de rica, por favor.)

Después de un largo rato filosofando sobre esto, le comento a mi compadre que esta vez llamaremos [I]”wow yeah”: “Oye wow yeah,[/I] que te parece la [I]”Albúmi”?[/I]. Esa mina es tan refea y se jura mina. Weon si hay una wea que yo no soporto es una cabra fea que se jure mina, podré entender que sea fea y a lo mejor es súper simpática, no hay nada de malo en eso; pero me revienta ver una weona fea que se crea mina....”

Y de repente por una tincada o un reflejo instantáneo miramos detrás del cubículo... La sorpresa fue mayúscula cuando vimos que tras el cubículo estaba la mejor amiga de la [I]Albúmi!!![/I} De más esta decir que escuchó T O D O, porque lo que menos hicimos fue hablar despacio. Ni te cuento como apretamos cuea después para que no nos viera...

Hasta ese día la amiga de la Albúmi me saludaba, después de ese día, en un comprensible y evidente gesto de solidaridad, me quito el saludo.

SI LA CAGO ME AVISAN!!!