Como muchos de ustedes sabrán o habrán visto, tenia mi entrada para ir a ver al mítico Roger Waters en Santiago. Y bueno, fui a verlo, pero esta vez fui armado hasta los dientes, para que no me pasara lo del concierto de U2. Fui con cámara de fotos y mi mp4 para grabar el audio completo del concierto, pero para llegar había que pasar por la desgraciada, bochornosa y económicamente matabolsillos experiencia transantiaguina, el plan estrella de uno de los presidentes mas blooferos de los que se tenga registro – Ricardo Lagos. Pero esa es harina de otro costal. (Audio, Fotos & Videos)
Llegamos con mi amigo Jorge tipin 7:40 del día miércoles 14 al terminal de Tur-Bus en la Alameda, provenientes del sure vía Buses Jac. Hasta ahí ningún problema por lo que nos dirigimos como todas las veces que viajamos a Santiago y llegamos al terminal del Tur-Bus al Metro Universidad de Chile
1.- Comprar un boleto del metro: $420 pesos en hora punta 2.- Dirigirse al anden para tomar subirse al metro: unos cuantos pasos 3.- Esperar un carro al que uno se pueda subir? No tiene precio, es imposible pillar uno jajajajaj
Pasaron no menos de 5 trenes en el rato que estuvimos en la estación y no cabía un alfiler en ningún vagón, con cuea subían 2 personas por estación. Así que fuimos a probar las micros cuncunas, no sin antes comprar la famosa tarjeta Bip! 2 lucas ($2.000) me salió la gracia.
Luego, la idea era encontrar una que nos llevara a Providencia donde nos teníamos que bajar para ir donde mi “Hermano en el Fuego” Manete -que gentilmente nos hospedo en su casa y también fue con nosotros al concierto. La micro con cuea paraba donde le decían –tienen paraderos asignados, que solo los choferes conocen, porque el timbre del bus sonó mas que bombo en fiesta. La clásica frasecita que se lee en los timbres “avise su paradero con anticipación” esta vez era de lo mas palpable, se tocaba a cada rato, por si en una de esas el paradero que seguía era el asignado a la línea.
Llegamos a la casa de Manete y nos instalamos, aprovechamos la mañana para un “vitrineo” en el Parque Arauco, luego almorzar y prepararnos para ir al estadio.
A las 4 y algo nos fuimos pal´ estadio, donde nos estacionamos en una calle aledaña donde se produjo un pequeño conato verbal entre el “cuidador dueño de la calle” y nuestro amigo Manete, el flaco debería postular para director del Sernac o algo parecido, como diría el cuidador: “luca ahora y luca a la vuelta por estacionarse papito, así trabajo yo” jajajajaj hay caras de raja y estos giles 2 lucas quería el mate huea; luego de ese pequeño “altercado” nos fuimos al estadio a hacer la fila pa´ entrar y que era nada comparada con el de U2 el año pasado.
Una vez adentro nos sentamos a esperar las 9 de la noche y el inicio de uno de los mejores conciertos y espectáculos que uno podría ver.
Sonido impecable, salvo en la apertura con “In The Flesh“ le falto power, pero luego se mejoro y quedo la zorra, un estadio lleno donde Roger Waters repaso todos sus grandes éxitos como solista e integrante de Pink Floyd; 1 hora 10 minutos duro la primera parte del concierto que finaliza con “Sheep”; canción donde aparece el mítico chancho volador, que era transportado por unos perguetanos que recorrían de allá para acá la zona vip con el chancho volando que llevaba escritas algunas consignas dignas de risa como “En la luna esta nevando y la NASA no lo sabe” o “socialismo al servicio de las sociedades anónimas” –la mejor de todas- y al final de la canción sueltan el chancho y el respetable rompe en frenesí como unos cabros chicos, donde me incluyo.
Pausa de 15 minutos y se viene la interpretación integra de uno de los discos mas grandes de la historia de la música –frase acuñada por mi amigo personal Piglett- y una vez mas queda la zorra con prisma incluido.
Al final del Dark Side of The Moon toca “Another brick in the Wall” junto a los pendex de un colegio de San Joaquin –me sono a playback- pero igual quedo genial y finalizó con “Confortably Numb” y el estadio casi se viene abajo.